Transité siempre con antojo de comida italiana y terminé queriendo ahorcar a más de un personaje, por su ambivalencia. Ah, pero ¿no somos así todos?: ¿niños malcriados jugando a ser adultos en un mundo todo menos lógico (al menos según lo que hemos aprendido)? La mafia será el contexto, pero lo que pasa ahí, creo, es un muy buen retrato de lo que pasa en muchas otras familias. Las nuestras incluidas. Ya. Sólo eso diré. Bueno, y que siento cierto alivio de ya no sentir ansiedad por ver y ver más capítulos de este clan. ¿El final? Como sucede con toda buena serie, nunca satisface. Como la vida y sus caprichos.
Esto que veo. Esto que leo. Esto que siento. Esto que escribo. Estoy que soy.
martes, septiembre 28, 2010
Días 67-90: Los Soprano
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- Tarde o temprano, la vida te lleva —o te obliga, más bien— a ir dejando por el camino un sinfín de equipaje. Lo que crees, piensas, sientes, percibes... siempre tiene caducidad. Y yo, simplemente, quiero ir cada vez más ligera. Si no es mucho pedir.
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